sábado, 20 de febrero de 2016

Spirit week + Courtwarming + Chicago (and St. Louis) +193

¡Muy buenos días a todos!
Vuelvo al blog con otras dos semanas y seis meses cumplidos en América. Espero que estéis preparados porque estas dos semanas han pasado muchas cosas. 

Con el baile de Courtwarming a la vuelta de la esquina, la semana pasada fue una spirit week (igual que la semana antes del baile de Homecoming, cada día de la semana antes hay un tema del que hay que ir vestido). Esta vez, el tema del baile era Grease LIghtning, y estos fueron nuestros temas:

Lunes: PJ Day (Día del pijama)
Martes: Summer Lovin’ Day (Día de verano)
Miércoles: Sock Hop Day (Calcetines llamativos)
Jueves: Pink Ladies vs T-Birds 
Viernes: War Party (Colores del instituto: naranja y negro)


Estas son algunas fotos de la spirit week, ya que no me disfracé todos los días:



En otros acontecimientos y/o anécdotas que pasaron esta semana, por ejemplo: El viernes nos quedamos fuera del coche (se nos quedaron las llaves dentro). Estábamos en el pueblo de al lado y tuvimos que pedir a una mujer que nos llevara a casa para poder coger las otras llaves y volver. Una gran experiencia, desde luego.

Además, el viernes sacamos el cuarto ejemplar del Pow Wow y, por segunda vez, escribí una columna para el periódico, cosa que espero seguir haciendo para los dos siguientes (y últimos) ejemplares del curso.


El sábado, después de la semana de espíritu escolar y de haber ganado el viernes el partido correspondiente (66-51 contra Basehor), llegó el baile de Courtwarming (para celebrar la temporada de baloncesto).
Y aquí tenéis algunas fotos que hicimos en Shawnee Mission Park y en el instituto:





El domingo fue la Super Bowl, de la cual solo vi unos minutos porque tanto a mi como a mi host family nos da igual el football americano. Yo quería ver el half-time show pero me dormí así que nada, una experiencia extremadamente maravillosa. También vimos una película en la cual me quedé dormida también. Como podéis ver, el cansancio se nota los domingos. 

El lunes empezó muy cansado, semana de tres días y deseando estar ya en el último. El domingo, obviamente, después de mi siesta no me pude dormir hasta, al menos, las doce, así que a la mañana siguiente estaba tan cansada que no sabía ni lo que estaba escribiendo en clase. 
Por fin llegó el miércoles empezando el Parent-teacher conferences break (porque sí, para las tutorías padre-profesor hacen falta tres días de puente, ¡y nosotros encantados!).  
El jueves hicimos las maletas, limpiamos la casa y dormimos bastante en general para estar despejadas el viernes, ya que nos levantamos a las 5am para poder llegar a la estación de tren…¡CHICAGO NOS ESPERABA!


Simplemente antes de contaros todo lo que hicimos, tengo que decir que viajar es maravilloso, y que en las fotos todo se ve genial, pero detrás hay frío, mucho frío y horas y horas de viaje. En concreto, para nosotras desde Kansas City fueron nueve horas de tren hasta Chicago. Y la vuelta fueron catorce horas incluyendo una escala de cuatro horas en St. Louis, Missouri.
El viernes llegamos a la Union Station de Chicago a las tres de la tarde. En pleno centro de la ciudad y a cuatro bloques de nuestro hotel. Estas fueron nuestras vistas:










Como todavía era temprano cuando llegamos, decidimos hacer ese mismo día algunas de las cosas que teníamos planeadas. 
Así que caminamos a -11ºC (la máxima temperatura que hizo durante todo el puente) hasta Millennium Park desde el hotel. Un parque precioso justo al lado del Instituto de Arte de Chicago (Art Institute of Chicago) y donde se encuentra la famosa Chicago Bean. Aquí os dejo algunas fotos de Millennium Park:









Después, caminamos un poco más lejos para ver el Lago Michigan, que estaba completamente congelado (también es necesario decir que para llegar allí tuvimos que cruzar una autopista, y no, no nos atropellaron).







Ya muriéndonos un poquito del frío, subimos hasta el Norte de la Avenida Michigan hasta Zara, por verlo, más que nada, parando unos minutos en Dylan’s Candy Store, y por si a alguien le interesa, sí, es caro, y sí también, es muuuucho más caro que en España.












Cuando empezamos a tener hambre, decidimos ir a un restaurante a comer la famosa pizza de Chicago, que desafortunadamente fue un poco una decepción, porque además de tener que esperar dos horas para comer, no estaba tan rico. La comida definitivamente no era la peor, pero la espera no valió la pena en absoluto. Cuando acabamos de cenar volvimos al hotel en taxi porque estábamos muy lejos y hacía mucho frío. 

Sábado, 6am. -13ºC. Sensación térmica: -24ºC
Después de prepararnos, ducharnos y desayunar, esperamos un rato en el hotel hasta que abrió la Torre Willis (También llamada Sears Tower o Skydeck) a las 9 de la mañana. Afortunadamente no tuvimos que esperar fuera, así que todo nos salió bastante bien porque a primera hora no había mucha gente y pudimos subir bastante rápido e ir al Skydeck, una plataforma de cristal en la planta 103 del edificio. Aquí tenéis fotos:











Después del Skydeck fuimos a Navy Pier, que nos sorprendió bastante. Esperábamos una especie de centro comercial enorme y con muchas cosas, pero solamente había un par de tiendas y el resto eran todo sitios para comer. Lo mejor es la terraza que hay arriba, que no pudimos disfrutar mucho por el frío, obviamente, y el jardín botánico, que es muy, muy bonito.












Contábamos con estar en Navy Pier al menos cuatro horas pero era muy temprano y se nos habían acabado las cosas que hacer, así que como somos gente a la que nos encantan las alturas, fuimos al 360 Chicago, otro edificio como la Torre Willis. En este caso había una mejor vista del lago Michigan porque está más cerca. El 360 Chicago tiene una especie de “atracción”, que es tambien una plataforma de cristal, pero esta te inclina 30º hacia fuera (el TILT) y obviamente como solo iba a estar en Chicago una vez, lo hicimos. Pensé que iba a dar mucho miedo pero es una sensación increíble y lo disfrutamos un montón. 







Y aquí se acabó nuestro tour por la ciudad. Estábamos cansadas y la temperatura no subió ni un poquito en la Ciudad del Viento, así que fuimos al hotel un rato y luego bajamos a cenar. 
Ese día nos acostamos temprano después de venir de la piscina porque al día siguiente nos esperaba el viaje de vuelta, y el tren salía a las siete de la mañana, por lo que nos tuvimos que levantar a las cinco otra vez. 


Después de cinco horas de tren, llegamos a St. Louis, MO el domingo a mediodía. Nuestra intención era llegar, y como teníamos suficiente tiempo de escala, coger un taxi e ir a ver el Arco, pero había una tormenta de nieve bastante mala y desafortunadamente nos quedamos en la estación. Aun así, hicimos algunas fotos y pudimos ver el arco desde lejos. Aquí os dejo fotos mías, del skyline y la estación de trenes de St. Louis:













Y ya dicho todo esto y haber cumplido con el post de lo que han sido estas últimas dos semanas, ayer recibí un correo de FSL España hablando sobre los vuelos de regreso. Las sensaciones son muy agridulces respecto a esto, pero estoy lista para que el tiempo siga pasando, seguir viendo ciudades y seguir aprendiendo, que al fin al cabo es una de las cosas que más cuentan. A veces miro atrás y pienso que no he cambiado nada, y otras veces me pongo contenta porque sé que la persona que era cuando me fui no va a ser la misma cuando vuelva. 
Y hablando de seguir viendo ciudades, han pasado seis meses y también seis estados que he pisado (New York, New Jersey, Kansas, Missouri, Iowa, Illinois) y…¡la próxima parada será California! Afortunadamente puedo decir que voy a ir a Los Ángeles y San Francisco el mes que viene, además de reunirme con algunos de mis compañeros becados en la costa opuesta a donde nos despedimos en agosto. 
También me gustaría dar la enhorabuena a los 500 becados de la Fundación Amancio Ortega para Estados Unidos y Canadá, especialmente a los 80 que son de Galicia. Si alguien tiene alguna duda o simplemente quiere pasarse a saludar, sois totalmente bienvenidos: disfrutad, disfrutad, disfrutad, no tenéis ni idea de lo que vais a echar de menos salir a comprar el pan.
Y hasta aquí he llegado hoy, pero no os preocupéis que estaré de vuelta con más historias muy pronto. Espero que disfrutéis leyéndome y que sigáis siendo tan buenos lectores como lo habéis sido estos seis meses, ¡gracias y hasta la próxima!


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