-36 + Quedada en A Coruña.

Hace un tiempo prometí que disfrutaría de este verano que me queda en España y dejaría el blog al menos hasta que quedara muy poquito para irnos. 

Bueno, pues como os habréis dado cuenta, no fue así.

Simplemente he sido un poquito incapaz de dejar a parte todo esto, y puede que me arrepienta. O no, claro. 

Así que, como no, ¡organizamos otra quedada de becados en A Coruña! Y sí, la emoción es máxima ya que solamente había podido ir a una de hace ya unos meses.

No hicimos nada en especial que no fuera pasear por las calles de la ciudad y en realidad fue precioso, porque no lo necesitamos. Solo disfrutamos de la compañía.

Eso sin contar, obviamente, la hora entera que esperamos un grupo de becados a otro grupo de becados. Pero vamos, sin presión.

Mientras esperábamos también nos encontramos a Antonio, representante de la Fundación Barrié y que a pesar de no habernos reconocido, al principio, pudimos hablar un rato con él.

Al fin y al cabo todos éramos conscientes de que la mayoría no nos volveríamos a ver hasta el día 11 de agosto. Y, definitivamente, así será. Algunos incluso no volveremos a vernos hasta, supongo, el año que viene. 

En realidad tampoco he venido aquí a contaros el hecho de que hemos quedado. Sino lo importante que ha sido para mi compartir estos últimos meses con unas personas que ya considero parte de mi. Cada uno de nosotros se siente relativamente igual. Con muchas ganas de cruzar el charco o al revés. Pero todos nosotros volveremos siendo personas completamente diferentes después de haber vivido, seguramente, experiencias completamente opuestas. 

Aquí abajo os dejo algunas fotos que hicimos en la quedada del sábado, por cierto, 4 de julio (No podría haber otro día mejor ni más americano) y del viernes cuando fui a la playa con Helia en Ferrol.

El divismo máximo.

Con María, Lucía y Xulia

 Y aquí una foto de todos, que, aunque nos haya costado sacarla, ahí está.
Llevo mucho tiempo intentando describir lo bien que me siento cada vez que veo a cualquiera de mis compañeros, y aunque hoy tampoco lo he conseguido del todo, porque es imposible hacerlo con palabras, me siento realmente agradecida de poder tenerles y de compartir algo tan grande.

Iria, Esteban, Zai, Edu, Roque, Raquel, Brais, Miguel, María, Lucía, Xulia, Pabliño y yo, como siempre destacando,
en el suelo.

 No quiero prometer que no volveré aquí en un tiempo porque es posible que no sea así. El verano continúa y los 36 días que quedan para cruzar el charco cada vez se hacen más lentos y más largos. 
Espero que os guste y ¡hasta la próxima!